Mostrando entradas con la etiqueta fieltro. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta fieltro. Mostrar todas las entradas

30.5.11

Pinocho

Después de una semana "seca" de publicaciones...

¡¡¡Chachachán-chachán!!! 

Les presentamos los títeres de dedo de Pinocho, el cuento escrito por el italiano 
Carlo Collodi en los mil ochocientostantos.
¡Uno de nuestros favoritos! 

¿Qué les parecen ?


Con Geppetto...


Con el hada que lo convirtió en un niño de verdad...


Ahhhhhhh... Geppetto... 


¡Ah! Pueden descargar el cuento de Pinocho (en versión resumida... en plan "antes de dormir") aquí.

"Las mentiras, hijo mío, se conocen en seguida, porque las hay de dos clases: las mentiras que tienen las piernas cortas, y las que tienen la nariz larga. Las tuyas, por lo visto, son de las que tienen la nariz larga." Las aventuras de Pinocho, Carlo Collodi



23.5.11

Regalo artesanal...

El fin de semana fue el cumpleaños de una amiga y decidimos hacerle un regalo con nuestras manos, pero la creatividad andaba baja... Así que nos pusimos a buscar en Internet y encontramos un tutorial que enseña cómo hacer estas libretas artesanales. (Bueno... unas parecidas...)


El frente...


El interior...


El empaque...


La que nosotros hicimos tiene medidas diferentes a las que sugiere el tutorial. Se las dejamos abajo y nos cuentan si se animan a hacer la propia, porque quedan muy bonitas. 


Nuestras medidas:

  • 60, 80 o 100 hojitas de papel de 14cm de ancho x 10.5cm de alto (Esa medida se consigue al doblar en cuatro una hoja tamaño carta, para luego cortarla con una cuchilla.)
  • Dos piezas de cartón duro (puede ser el de las cajas de pizza) de 15cm de ancho x 11.5cm de alto.
  • Un trozo de listón (unos 5cm más largo que el alto de las piezas de cartón)

Pueden ver el tutorial aquí. Las instrucciones están en inglés, pero las ilustraciones que muestran bastan para entender el proceso. 


Mucha suerte con su creación. Nosotros regresamos al taller de Pupetos, porque estamos trabajando en los títeres de dedo de otro cuento infantil. =)


¡Buen inicio de semana!



19.5.11

Ricitos de Oro y los tres osos...

Siguiendo con la serie de cuentos infantiles... Aquí les presentamos a los títeres de dedo de Ricitos de oro y los tres osos. (¡Uf! La Ricitos pasó por varios diseños y al final nos quedamos con el que se ve en las fotos. A ver qué les parece.)


Una tarde, se fue Ricitos de Oro al bosque y se puso a recoger flores. Cerca de allí, había una cabaña muy linda, y como Ricitos de Oro era una niña muy curiosa, se acerco paso a paso hasta la puerta de la casita. Y empujó...





...Estando dormida Ricitos de Oro, llegaron los dueños de la casita, que era una familia de Osos, y venían de dar su diario paseo por el bosque mientras se enfriaba la leche...


...Uno de los Osos era muy grande, y usaba corbata, porque era el padre. Otro, era mediano y usaba un flor para dornar su cabeza, porque era la madre. El otro era el hijo, un Osito lindo y pequeñito...




Pueden descargar el cuento completo y en formato PDF aquí.

¡Que lo disfruten!

11.5.11

Respondiendo a un encargo...

Hace unas semanas nos encargaron unos títeres de dedo con la figura de Juan Pablo II. Nos pusimos manos a la obra y el resultado fue este:










¡Nos encantó!

¿Y a ustedes?

"Juan Pablo II, te quiere todo el mundo." Eslogan que se gritaba durante sus visitas a Guatemala.

9.5.11

10 de mayo: ¡Feliz día de la madre!

Escribimos el mensaje...


... lo doblamos ...


...y lo guardamos en el corazón...


¡Muchas felicidades a todas!


Sobre Pitufos, casitas en hongos, leche y champurradas...

En el cine vimos que están por estrenar la película de Los Pitufos en Guatemala. ¡¡Huy... cuántos recuerdos!! El anuncio nos trasladó a las tardes en la casa de la abuela viendo tele y comiendo champurradas con leche. ¡Todo un festín!


Bueno, el post es para contarles que el saber de la película nos inspiró a terminar un proyecto que teníamos varado por allí. Se trata de unas hongocasitas o casitashongo hechas con fieltro y parecidas a las que usaban los Pitufos para vivir. ¿Las recuerdan?   El patrón y las instrucciones (este no es un diseño de Pupetos) las encontramos en el blog The little house  by the sea. Pueden descargarlas e intentar hacer las propias. Están muy chulas. A ver qué les parecen. (Mejor dicho: a ver qué les parece, porque solo es una y un llaverito.)


Hongocasita recién terminada...
 ¿Se mudará algún pitufo?


Para las llaves de la casa...


Para seguir recordando... 
...una historieta de Los Pitufos y... 


...champurradas con leche.


¡¡Nos leemos!!


"Te traigo una sorpresita... " Pitufo sorpresa

3.5.11

El collar de Caperucita...

Después de varios días de probar un diseño y otro... nos quedamos con este:



¿Qué les parece este collar con la Caperucita y sus amigos
Como que este personaje se ha quedado pupeteando en nuestro corazón.

Ahhhhhhhhhhh... y atent@s porque dentro de poco publicaremos nuestro primer tutorial!! Nos seguimos leyendo. 


27.4.11

Adornos para lápices (Aprovechando el insomnio)

Una noche de insomnio más unos libros de cuentos dieron como resultado:

¡Estos adornos para lápices!





¿Qué tal?

"La imaginacion es mi lugar preferido para pasear con mi insomnio." (Ira Gonzalez)

 

20.4.11

¡Huevos de fieltro para celebrar la Pascua!

La Pascua es una fiesta cristiana en la que se celebra la Resurrección de Jesucristo. En algunos países se acostumbra a festejarla escondiendo huevos cocidos y coloreados en los jardines, para que los niños pequeños los encuentren. Esta costumbre está basada en la leyenda del Conejo de Pascua y con el tiempo los huevos cocidos se han cambiado por huevos de dulce o de chocolate. 

En Pupetos se nos ocurrió hacer unos huevos de pascua de fieltro. A ver qué les parecen. 

¡Ah!... Y al final de la entrada encontrarán la leyenda del Conejo de Pascua para que la compartan con quien ustedes quieran. Ojalá que les guste.




La leyenda del Conejo de Pascua

Un conejo se acercó a saltos a la gran cueva, buscaba aunque fuera una rendija para espiar al interior. ¿Quién sería ese hombre tan importante que desde hacía tres días estaba sepultado allí? Los que lo fueron a enterrar lloraban mucho por él y murmuraban: "Verdaderamente este Jesús era el hijo de Dios". ¡Con qué razón - se dijo el conejo - la gran tempestad que hubo cuando lo crucificaron, si era el hijo de Dios y se llamaba Jesús!

Estaba pensando el conejito en esas cosas, cuando la piedra que cerraba la entrada a la cueva rodó y dejó al descubierto la parte de adentro. Con gran sorpresa, vio a Jesús caminando hacia afuera envuelto en una extraordinaria luz, tan fuerte, que casi lo cegó.

Nuestro animalito no sabía qué hacer, se sentía a la vez asustado y feliz, con gran alegría y con miedo. ¡Es Él, es Él! - pensaba - y quería gritar a todo el mundo su descubrimiento: ¡Había visto a Jesús elevándose al cielo! Pero como los conejos no hablan, él no podía decirlo. ¿Qué hago? -resonaban los pensamientos en su mente- ¡Ah, ya sé, ya sé!

Salta que salta por los caminos, fue recogiendo todos los huevos que encontraba, luego los pintó con colores vivos y los fue escondiendo entre las flores, los árboles, las piedras y entre los jardines. ¡Eran tantos los huevos pintados! La gente que los veía se preguntaba quién los había dejado y qué significaban. 

Poco a poco, nadie supo cómo, el rumor del origen de los huevos de pascua se esparció por todas partes y... ¿Qué significaban?, pues que: ¡Jesús resucitó! ¡Jesús resucitó!

Desde entonces los niños cristianos del mundo buscan los huevos de pascua para recordar la alegría de la Resurrección. 

Fin

4.4.11

Caperucita roja (Nueva edición)

Esta es la nueva edición de la Caperucita Roja en títeres de dedo. Este tipo de títeres son ideales para entrener a los niños y favorecer su creatividad. El primer juego se lo llevó un amigo, para trabajar con sus estudiantes. ¿Se animan a tener el suyo?

Pueden encontar el cuento de la Caperucita al final de esta entrada. Ojo: El cuento que ofrecemos es la versión adaptada por Pupetos. Lo decimos porque... ¡Nos encanta el Lobo y lo queremos sano y salvo!


Pueden pedirlos escribiendo un correo a pupetosamano@gmail.com
En este momento solo atendemos pedidos en la ciudad de Guatemala. 

La Caperucita Roja

“¡Ahí va la pequeña Caperucita Roja!” Todos en el pueblo conocían a la niña por ese nombre, porque siempre llevaba puesta una capa con gorra roja cuando salía a pasear. Un día salió a casa de su abuelita, que vivía en el bosque, a llevarle una canastita llena de comida. 

Por el camino, Caperucita Roja se encontró con el lobo. Su mamá le había advertido que no hablara con extraños, pero ella no le hizo caso. El lobo le preguntó a dónde iba y ella le dijo: “Llevo esta canastita con comida para mi abuelita”. Luego se dio la vuelta y se fue.
El lobo tomó un atajo para llegar a la casa de la abuelita antes que Caperucita Roja. Al llegar, el lobo vio que no había nadie. Así que entró en la casa, se puso el camisón de la abuelita y se metió en la cama. Justo entonces alguien llamó a la puerta. “¡Adelante!” Dijo el lbo con su voz ronca, y Caperucita entró. 

“¿Qué le ocurrió a tu voz abuelita?” Preguntó Caperucita Roja. El lobo pensó rápidamente y dijo: “Estoy ronca porque me duele la garganta, querida”. “Pero abuelita, ¡qué orejas tan grandes tienes!” Comentó Caperucita conforme se acercaba. 

“¡Son para escucharte mejor!” Contestó el lobo. Caperucita Roja se acercó aún más y exclamó: “Abuelita, abuelita, ¡qué ojos tan grandes tienes!”, “¡Son para verte mejor!” Respondió esta vez el lobo. 

Caperucita Roja se acercó aún más y trató de ver la cara del lobo. “Abuelita, ¡qué dientes tan grandes tienes!”. “¡Son para comerte mejor!” Gritó el Lobo. Caperucita chilló del susto y huyó hacia el bosque gritando en busca de ayuda: “¡Auxilio, auxilio, el lobo me quiere comer!”. El lobo la persiguió tratando de atacarla. Mientras Caperucita corría desesperada se encontró con alguien. ¡Era la abuelita! ¡Qué feliz estaba de verla!

La abuelita se enfrentó al lobo y lo ahuyentó. Luego llevó a Caperucita a casa para darle un rico trozo de pastel. 

Después del susto, Caperucita Roja prometió obedecer a su madre y no hablar con extraños.
Fin