La Pascua es una fiesta cristiana en la que se celebra la Resurrección de Jesucristo. En algunos países se acostumbra a festejarla escondiendo huevos cocidos y coloreados en los jardines, para que los niños pequeños los encuentren. Esta costumbre está basada en la leyenda del Conejo de Pascua y con el tiempo los huevos cocidos se han cambiado por huevos de dulce o de chocolate.
En Pupetos se nos ocurrió hacer unos huevos de pascua de fieltro. A ver qué les parecen.
¡Ah!... Y al final de la entrada encontrarán la leyenda del Conejo de Pascua para que la compartan con quien ustedes quieran. Ojalá que les guste.
La leyenda del Conejo de Pascua
Un conejo se acercó a saltos a la gran cueva, buscaba aunque fuera una rendija para espiar al interior. ¿Quién sería ese hombre tan importante que desde hacía tres días estaba sepultado allí? Los que lo fueron a enterrar lloraban mucho por él y murmuraban: "Verdaderamente este Jesús era el hijo de Dios". ¡Con qué razón - se dijo el conejo - la gran tempestad que hubo cuando lo crucificaron, si era el hijo de Dios y se llamaba Jesús!
Estaba pensando el conejito en esas cosas, cuando la piedra que cerraba la entrada a la cueva rodó y dejó al descubierto la parte de adentro. Con gran sorpresa, vio a Jesús caminando hacia afuera envuelto en una extraordinaria luz, tan fuerte, que casi lo cegó.
Nuestro animalito no sabía qué hacer, se sentía a la vez asustado y feliz, con gran alegría y con miedo. ¡Es Él, es Él! - pensaba - y quería gritar a todo el mundo su descubrimiento: ¡Había visto a Jesús elevándose al cielo! Pero como los conejos no hablan, él no podía decirlo. ¿Qué hago? -resonaban los pensamientos en su mente- ¡Ah, ya sé, ya sé!
Salta que salta por los caminos, fue recogiendo todos los huevos que encontraba, luego los pintó con colores vivos y los fue escondiendo entre las flores, los árboles, las piedras y entre los jardines. ¡Eran tantos los huevos pintados! La gente que los veía se preguntaba quién los había dejado y qué significaban.
Poco a poco, nadie supo cómo, el rumor del origen de los huevos de pascua se esparció por todas partes y... ¿Qué significaban?, pues que: ¡Jesús resucitó! ¡Jesús resucitó!
Desde entonces los niños cristianos del mundo buscan los huevos de pascua para recordar la alegría de la Resurrección.
Fin